¿Qué, quién, cómo?

Quién soy? Qué soy? Cómo soy? son preguntas que llevo intentando resolver hace unas semanas y aún no logro responder.
Sé que María es una niña en cuerpo de mujer, de tamaño pequeño y compacto, de ojos de profunda inmesidad que comienzan a enmarcarse con breves arrugas, de pelos chinos y necios que los cepillos han dado por terminada la guerra, de tez chocolate que a veces es amarga y otras es dulce como miel, la nariz de bolita es inconfundible a la distancia y la sonrisa con un breve agujero al lado ilumina toda su cara cuando se le escapa una risa. Bella, hermosa, sexy, no soy.
Sé que María es terca y necia como la peor mula, y que obstinada siempre en hacer su voluntad termina metiendo las patas en el lodo, sé que es impulsiva sin medir peligros y termina en pésimas desiciones, sé que no sabe defenderse del mundo exterior y que busca en la almohada acallar los pensamientos que la vuelven loca, paranoíca y que amenazan con destruir un día, una semana, y a veces hasta un mes.
Sé que María es inteligente, culta, bien educada y quizá hasta tenga un poco de clase, de porte y presencia, sé que puede entablar conversaciones desde las más tribiales hasta las más profundas, lo mismo que con la señora que le ayuda en casa que con un profesor non plus ultra.
Sé que es de corazón fácil y entregado y no pide mucho más allá de lo que todo ser humano podría pedir, amor, cariño, comprensión, tiempo, dedicación, atención, y a cambio puede dar lo poco que es sin dudar.

Pero no sé quien es María, cómo es María en realidad y finalmente a dónde va María.