Soltero? casado? viudo? divorciado?

Los hombres deberían andar en la calle con una etiqueta de su estado emocional, aunque fuera un anillo que nos dijera a las locas desesperadas, su estado amoroso con sólo verles la mano, fueran solteros, con novia, comprometidos, viudos, jotos o casados. Una pulsera, un tatuaje, algo que nos diera un indicio de a que atenernos cuando conocemos a sujetos del sexo masculino.
Conocí a un chico lindo que si bien tiene una personalidad extraña, algo de él me llamaba a buscarle un poco más allá de un compañerismo, entre bromas decía que iba a ser mi futuro marido, a mi ver, tenía todo lo que podía pedir y por supuesto, lo primero que indaga una mujer es su estado amoroso que resultaba ser soltero, o de menos esa fue la referencia que había dado en un principio, intenté hacer las cosas de manera correcta esta vez, despacio y sin cometer errores, sin embargo después de prender bien mis antenitas y de observar detenidamente su conducta errática y bipolar,me dí a la tarea de hacer uso de la herramienta del diablo, léase las redes sociales, y oh surprise!!! está comprometido!!!
Ni hablar María, de esa agua no has de beber, ya te ahogaste una vez.

Muy adentro

Quitarse la piel a capas duele, dejar atrás un pasado, tratar de entenderlo y aceptarlo para hacerlo parte del futuro es más complicado de lo que hubiera pensado.....el proceso de encontrarse a uno mismo, de descubrir quien es uno en realidad, quitarse todo lo que sobra que fue adquirido por imitación de los demás, aprender qué gusta y qué es lo que no gusta, que quiere uno para el futuro y cómo vivir cada día al máximo, es definitivamente una labor titánica.
Me he enfrascado en arreglarme a mí misma, pero ha sido una labor compleja, dolorosa, que me trae con la cabeza al revés, y a veces me da gripa y por ahí fluye lo podrido de ser, otras ocasiones duermo demasiado y en los sueños doy patadas de ahogado, o simplemente me da por pasarme la noche entera divagando dentro de mi cabeza.
Confío que como el ave fénix renace de las cenizas, renacer YO de María, encontrar a la verdadera María y convertirla en una mujer humana, sensata, madura y fiel a sí misma, congruente con sus pensamientos y sus acciones, con la fortaleza para llevar una familia y la delicadeza para hacerlo con amor y sabiduría.