lunes, 26 de diciembre de 2011

Y llegó y pasó la navidad.

      Llegó y pasó navidad, creo que la falta de espíritu es directamente proporcional a los años cumplidos, curiosamente son varias las personas de mi edad, poco más, poco menos, que en esta ocasión tampoco sintieron gran emoción por las fechas decembrinas. Quizá sea el frío tan helado que hubo las últimas semanas, o la lejanía de la familia, o que mi cría ya creció y ya no hay la emoción de los regalos, de Santa o los Reyes Magos.
        Ahora se acerca el año nuevo y comienzo a hacer el recuento de los daños del año que termina, y por más que le busco, no le encuentro daños significativos, son más las cosas buenas que me dejó que las negativas, si hubieron pocos momentos difíciles y otros tristes, quizá algunos dolorosos, pero todos ellos fueron afrontados con la cabeza en alto, los pies en la tierra y hasta con cierta gracia y madurez.
       El doctorado sigo queriéndolo aventar por la ventana, pero ya no me da miedo, sé que si no logro concluirlo no va a pasar nada, la vida continuaría y sólo cambiarían los caminos, o quizá, hasta encontraría mi propio camino lejos del "deber ser". Creo que en lista será más fácil hacer el recuento:
  • Conocí muchas personas nuevas que fueron luz y cariño en momentos difíciles.
  • Terminé un diplomado en Tanatología (nada que ver con los tanates)
  • Comprendí y afronté la fragilidad humana y la importancia de disfrutar la vida
  • Encontré un extraño cariño que aún no logro descifrar y acomodar en su lugar, en una persona que jamás hubiera imaginado
  • Me encontré un poco más a mi misma
  • Perdí dos grandes amigas
  • Adopté más gatos
  • Descubrí que facebook es del diablo
  • ......................................................
       Finalmente si, fue un buen año! muero de ganas de ver que me depara el que sigue, aquí lo espero sentada con un nuevo cuaderno y nueva pluma para llenarlo de nuevas aventuras!

lunes, 12 de diciembre de 2011

domingo, 4 de diciembre de 2011

Breve carta de una madre a su cría

Desde que naciste fuiste motor de cada día y si hoy he llegado hasta aquí en la vida, es gracias a tu presencia en este mundo, y aunque muchas veces he fallado como madre, sé que mi gran amor por ti ha logrado solventar esas fallas y llenar lo que no he sabido hacer.
Espero que el día de mañana levantes la cabeza y mires siempre hacia el frente, el futuro y la vida están adelante, no atrás, de vez en cuando voltea al cielo y mira las estrellas, recuerda que los sueños y las ilusiones nacen de ellas.
Recuerda siempre que llegaste al mundo para dejar huella, que debes crecer grande y firme como un roble,  frágil y libre como copo de nieve, dulce y tierna como una rosa, todo ello te llevará a ser una gran mujer, una gran persona y un maravilloso ser humano.