Pruebas de amor

     Los pedos: tema controversial, nadie acepta hablar acerca de las pequeñas almas de frijol que se liberan de manera involuntaria en los momentos menos oportunos...

     Nunca se me olvidará aquella vez que caminando por la noche en la universidad, convencida de que iba sola, aflojé delicadamente el cuerpo y liberé aquella opresión gaseosa con olor a rosas (claro, María pedorrea rosas!) y justo se me ocurre mirar hacia atrás segundos después para caer en cuenta que venía una muchacha lo suficiente cerca para ser espectadora de mi acto indecoroso!

     No debe faltar el que entra una al baño y sin fijarse que hay más personas adentro, libera el alma atravezada sin mucho decoro, ni que decir que una de dos, o me espero hasta que se salga todo mundo con los piecitos subidos al inodoro, mis zapatillas son únicas y bien conocidas, o salgo corriendo antes que las demás personas se den cuenta quién fue.
     O cuando está una rodeada de gente y de pronto es imposible evitar estornudar y bien me lo dijeron alguna vez: con esa manera de estornudar de gato que tienes, un día se te va a salir por los dos lados, y dicho y hecho, incontable veces he estornudado en sonido surround!

     Ni mencionar aquellos en los que está uno dulcemente dormida, en pose sensual y con cara de angelito, abrazada de algún sujeto del sexo masculino, y de pronto además de que se escapa uno, sale con sendo estruendo que despierta hasta el vecino!, no queda más remedio que seguir con los ojos cerrados y fingir roncar plácidamente,  jajajajaja. Además, mi hermana dice que esas son verdaderas pruebas de amor!