martes, 6 de octubre de 2009

Mi horrible compañía

Odio ese vacío que se acuesta a mi lado cada mañana y amanece dándome un codazo en el alma, odio ese vacío que no se quita con el agua y canta conmigo en la radio mientras manejo al trabajo, odio ese vacío que se pone frente a la computadora y no me deja trabajar,
odio ese vacío que altera mi vista y me muestra el mundo como no me gusta verlo, como es en realidad,
odio ese vacío que sé que tiene nombre y apellido pero que prefiero ignorarlo a ver si se me olvida en un descuido.

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