domingo, 4 de diciembre de 2011

Breve carta de una madre a su cría

Desde que naciste fuiste motor de cada día y si hoy he llegado hasta aquí en la vida, es gracias a tu presencia en este mundo, y aunque muchas veces he fallado como madre, sé que mi gran amor por ti ha logrado solventar esas fallas y llenar lo que no he sabido hacer.
Espero que el día de mañana levantes la cabeza y mires siempre hacia el frente, el futuro y la vida están adelante, no atrás, de vez en cuando voltea al cielo y mira las estrellas, recuerda que los sueños y las ilusiones nacen de ellas.
Recuerda siempre que llegaste al mundo para dejar huella, que debes crecer grande y firme como un roble,  frágil y libre como copo de nieve, dulce y tierna como una rosa, todo ello te llevará a ser una gran mujer, una gran persona y un maravilloso ser humano.

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